Artículo “Noticias.com” de Estefanía Perez

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ÁNGULO INVERSO

Señores, su hijo va a ser una estrella del deporte
10/08 – Estefanía Pérez

Muchos padres tienen la ilusión de que su retoño se convierta en el próximo Rafa Nadal, Íker Casillas o Pau Gasol. ¿Pero que ocurre cuando efectivamente el retoño despunta desde muy joven? ¿Pueden los propios padres encargarse de la carrera deportiva de su hijo? La respuesta es que poder, pueden, pero desde edades muy tempranas los buenos deportistas van a empezar a recibir sus primeras ofertas profesionales: la de los representantes deportivos.

La figura del representante deportivo está hoy regulada en España. Mientras que años atrás cualquier persona podía ejercer esa función, hoy es un mundo profesionalizado en el que, para ejercer de representante, es necesario contar con un título oficial, por ejemplo, el de agente FIFA en el caso del fútbol.

La tarea de un representante deportivo empieza desde la identificación de un jugador joven, del que deberá ganarse su confianza, mantener reuniones con sus padres y el propio jugador para exponerles el proyecto que quiere llevar a cabo y explicarles la necesidad de tener un representante. A partir de ahí se empezará a introducir al jugador en una dinámica semiprofesional. En una segunda fase ya vendría la negociación de un contrato, hacer el seguimiento deportivo diario y velar por el tema asesoría fiscal y de inversiones.

De esta forma resume las tareas de representación Manel Bosch, ex jugador de baloncesto y ahora agente de jugadores. Bosch forma parte del equipo de Global Sports Advisors, una compañía creada en junio de 2005 por un grupo de profesionales que provenían de empresas como Media Global o Media Sports Marketing, todas ellas especializadas en el sector deportivo, o bien directamente del deporte profesional, como el propio Bosch o Ferran Martínez, también ex jugador de baloncesto..

Los jugadores “normalmente se encuentran en las grandes canteras, donde los clubes ya han reclutado a jóvenes jugadores de 13-14 años”. Los representantes trabajan con una red de informadores, que son los que “levantan la liebre”, es decir, los encargados de detectar ese talento joven. Si se cree que el jugador puede llegar a ser profesional, “se empiezan los contactos con él y con sus padres”, explica Bosch.

Fuerte competencia

El mundo de la representación es muy agresivo, algo que Manel Bosch y el equipo de Global Sports Advisors saben muy bien. “Cada vez tienes que ir a buscar a jugadores más jóvenes porque hay mucha competencia”, comenta, y de hecho “solemos ser el primer colectivo en hacerle una oferta al jugador”.

La competencia llega hasta tal punto que, en algunas ocasiones, el jugador es tan joven que no necesitaría en ese momento los servicios de representación, “pero es bueno empezarse a ganar la confianza para que en el futuro, cuando deba elegir representante, tengas más opciones de que te elijan”. De todas formas, en un primer momento no se ejercen las tareas de representación, sino que se espera el tiempo necesario para que el jugador se forme.

Riesgos controlados

Global Sports Advisors empieza a captar jugadores a partir de los 15 años, según explica su director general, Sergi Raventós. Pero, sin embargo, hasta pasados los veinte no empiezan a generar ingresos. “Durante ese período somos nosotros los que estamos poniendo dinero, por lo que se trata de una inversión a largo plazo. Eso nos obliga a hacer una selección muy cuidadosa para poder acertar con el jugador y, a pesar de todo, muchos jugadores no llegarán porque es un mundo muy competitivo”, comenta Raventós.

Una vez llegan las vacas gordas, es decir, cuando el jugador empieza a generar ingresos, si se trata de baloncesto, el agente se queda con un 10% de todos los ingresos. En el fútbol no es así: “en el fútbol se pacta”, explica Raventós, “y nunca llega al 10%”.