Planta eGQutiva: GQ Zoom
Ferran Martínez (Barcelona, 1968) es una de esas personas a las que conviene escuchar cuando te hablan. S no puedes quedar con él, te queda la opción de leer su nuevo libro, Zen 305, es la mejor alternativa para empaparte de su
filosofía de vida. En él detalla su disciplina autodidacta aplicada al día a día, tanto personal como profesional. Una herramienta que se antoja imprescindible a la hora de rescatar lo más positivo del ser humano para salir de esta maldita crisis. Nos has recibido 15 minutos antes de la
hora de nuestra cita… La puntualidad es algo que me autoimpuse cuando jugaba al baloncesto. Llegaba a los entrenamientos y concentraciones entre media hora y una hora antes. Así minimizaba las probabilidades de llegar tarde por culpa de un posible atasco. Vamos, que tu puntualidad es una actitud, no una rutina que cumples de mala gana. Así es. Y por eso este libro va de actitudes, de cómo afrontar los problemas diarios. ¿Tener un problema es un problema? No. Para mí un problema es una oportunidad para mejorar.
¿Cómo puede uno ver la vida así? Siendo positivo y asumiendo que el enfado o el desánimo por tener un problema no lleva a nada. Parece fácil, pero llevarlo a la práctica… Te aseguro que todo es cuestión de hábitos y disciplina. Tres hábitos cotidianos a los que Ferran aplica disciplina, por favor.
Cada día dedico media hora a poner la mente en blanco –en inglés se le llama hacer un reset–, contesto todos los e-mails –unos cien diarios–, y practico técnicas de respiración para bajar pulsaciones. ¿Qué consigues con esto último? Afrontar los momentos de presión o de estrés en mejores condiciones.
Más en la GQ de septiembre 2012