FERRAN MARTÍNEZ – 12/12/2005
No importa cómo llegues a un partido tan especial como un Real Madrid-Barça. Ayer, los jugadores del Winterthur Barcelona mostraron una gran concentración desde el principio y cumplieron perfectamente el plan diseñado por su técnico, Dusko Ivanovic. La defensa de equipo sobre Louis Bullock fue clave, porque en ella intervinieron todos los defensores, aunque sobre todo Basile, que superó todos los bloqueos que recibía Bullock hasta desquiciarle, tal y como ya había hecho la temporada pasada contra el Madrid, defendiendo los colores del Climamio, y De La Fuente, sacrificándose en esas tareas por el equipo. Y también Shammond Williams en algunos minutos.
Incluso los hombres grandes, cuando había cambios tras un bloqueo directo, se emplearon a fondo y dejaron al único anotador nato del Madrid – ausente Rakocevic- en 5 puntos, con unos porcentajes muy malos (1 de 11).
Desde el inicio, el plan era surtir de balones a los pívots (cinco pases a Fucka en los primeros tres minutos) para intentar atraer a la defensa exterior hacia la pintura y librar a los exteriores del Barça. Los hombres altos (Marconato, que jugó su mejor partido como azulgrana, Fucka, Kakiuzis y Marc Gasol) anotaron 37 de los 73 puntos del Barça, con lo que por fin hubo equilibrio exterior-interior.
Pese a no controlar los rebotes defensivos (el Madrid capturó 15 en ataque), los azulgrana corrieron rápido al ataque y sumaron 30 puntos desde dentro de la zona, y también volvieron a superar su media de asistencias por partido, la mejor de la Liga ACB, con 17. De esta manera, ni la baja de Navarro, compensada por la de Rakocevic, ni la débil aportación ofensiva de Williams, que sí trabajó mucho para el equipo (8 asistencias), fueron impedimento para sentenciar al rival directo del Barça, que queda muy tocado y fuera de momento de las posiciones de Copa del Rey.
Si Ivanovic se quejaba de falta de carácter, ayer sí que el Winterthur Barça fue un equipo duro mentalmente y recuperó de manera espectacular a un Basile que todavía no había demostrado todo su talento. Un aspecto muy positivo fue la reacción del equipo bajo presión. En estas condiciones, y con esta victoria, el Barcelona puede encarar con garantías los próximos compromisos, como el del Maccabi de Tel Aviv en la Euroliga o el del Akasvayu de Girona dentro de dos jornadas en la Liga ACB.