Los cuatro iconos deportivos del momento, Gasol, Nadal, Alonso y Messi, son la imagen de los cuatro bancos españoles más importantes. La banca busca asociar los valores que transmiten para llegar a la gente con su misma fuerza y espíritu de líder, pero a veces la percepción que se tiene de ellos no corresponde con la realidad.
Precisamente le comentaba a un amigo hace unos meses que si veía un Ferrari por la calle y miraba quien lo conducía probablemente sería un futbolista, aunque no sería justo llegar a la conclusión de que los jugadores de fútbol son unos niños ricos y famosos que sólo viven el presente. Tras esa imagen superficial se esconde una persona que, a base de sacrificio personal, unas condiciones físicas privilegiadas, talento y dosis también de suerte, se ha convertido en un ser admirado. Viven en una burbuja de la que es muy importante saber salir pese a la dificultad que entraña recibir cada día palmadas en la espalda o consejos sobre inversiones de nuevos amigos que te ofrecen chollos para forrarse a su costa.
Como en todo, hay excepciones, y muchas veces la mala fama de unos pocos que no se cuidan lo suficiente es motivo de debate en los medios de comunicación. Puedo asegurar que, cuando un deportista de élite deja de vivir dedicado exclusivamente a su profesión, su rendimiento deportivo baja y es muy difícil recuperarlo. Entonces su cotización baja. También conocemos casos de deportistas que han ganado grandes cantidades con sus contratos deportivos y comerciales pero, mal asesorados, se han dedicado a dilapidar su dinero acabando sus carreras a los treinta y tantos sin su futuro económico resuelto.
Afortunadamente, las estrellas deportivas y las agencias que los representan disponen ahora de las herramientas necesarias para recibir todo tipo de servicios y asesoramiento especializado para los asuntos que no pueden controlar, como el legal y fiscal, por la complejidad de sus contratos deportivos y de imagen, y la explotación de estos derechos fuera de su país o el financiero, uno de los más importantes y poco controlados por ellos mismos. La clave está en tener un entorno de confianza reducido, en el que cada uno asuma con profesionalidad su papel en la carrera deportiva del jugador.
Leo Messi, imagen de Banco Sabadell, es uno de estos ejemplos de jugador tranquilo, que no olvida su pasado humilde y sus problemas físicos o de adaptación al llegar a Barcelona. El papel de su familia, especialmente de sus padres y de sus hermanos, unido al pequeño equipo de confianza que lo rodea, hace de él una estrella mundial que controla su presente pero también su futuro. Por otro lado, no es extraño que la banca privada ofrezca a este privilegiado colectivo unos servicios exclusivos destinados a rentabilizar los ingresos de las figuras deportivas que ganan mucho en un espacio tan corto de tiempo. Además de necesario tiene un gran retorno en imagen de marca para la banca.
Ferran Martínez, ex-jugador de Baloncesto en la Selección española y Director de Banco Sabadell Sports & Entertainment, se incorporó recientemente a la edición de Expansión Cataluña como colaborador.