FERRAN MARTÍNEZ – 23/09/2005
Ha llegado el momento de la verdad, el partido decisivo de todas las competiciones internacionales que supone el éxito o el fracaso. Es un partido de alto riesgo y con muchas claves. Por primera vez en este Europeo nos enfrentamos a un equipo muy grande en todas sus posiciones, especialmente las interiores. Además, los croatas cuentan en sus filas con el base Planinic, un jugador capaz de crear situaciones de miss match (desequilibrios en el uno contra uno ante hombres más bajos que él cuando juega de espaldas a canasta). Estoy seguro de que Mario Pesquera habrá preparado alguna defensa especial para esta situación ofensiva, pero sin obsesionarse demasiado, cuidando especialmente de no desequilibrar la línea exterior croata, muy peligrosa por la gran atención que generan sus hombres de la pintura. Parar a Vujcic, el eje sobre el que gira el ataque croata, es el otro objetivo. Para ello supongo que utilizará más a un Fran Vázquez que debe ganar en protagonismo. Por sus características físicas podría ser hoy uno de los referentes interiores, por su envergadura y en las ayudas en las penetraciones rivales.
España, por su parte, está en una situación muy poco habitual en un Europeo ya que no ha jugado en cinco días y podría haber perdido ritmo de partidos. Como jugador siempre he creído que no es bueno un parón tan largo en plena competición. De hecho, en los cinco Europeos que he jugado nunca he vivido esta situación, pero este factor no debe influir negativamente, si acaso debe servir para recuperar la frescura en el juego del primer día contra Serbia y Montenegro.
Lo que sí puede influir es la respuesta de España en defensa contra el mejor equipo del Europeo en tiros de dos o el ritmo rapidísimo que imprimen los croatas durante los cuarenta minutos, pese a que su entrenador sólo utiliza a ocho jugadores. Donde no podemos fallar es en motivación e intensidad. No hay excusas de cansancio y todos los jugadores están en perfectas condiciones físicas. Para ganar este partido hay que tener más deseo que el rival y cuidar especialmente los pequeños detalles tácticos que se habrán preparado, ya que esta Croacia juega como un auténtico equipo, al contrario que Serbia, y hay un gran compromiso de todos sus jugadores, incluidos los de la NBA. Por eso es un rival muy peligroso.