FERRAN MARTÍNEZ – 25/09/2005
Alemania ha jugado de manera más inteligente que nosotros, hay que reconocerlo. Han sido más listos y tienen al mejor jugador europeo del momento, Nowitzki. Nunca hemos tenido el ritmo del partido y nos lo hemos jugado todo a una carta en los instantes finales.
Ahora resulta muy fácil encontrar las claves de la derrota, pero hay detalles que resultan difíciles de comprender. Por ejemplo, por qué le hemos dado a Alemania la posibilidad de anotar en la última posesión y no hemos hecho una falta táctica mucho antes de los tres últimos segundos. Ahí ha estado la final.
Todo el partido ha sido muy extraño, con Alemania enfriando el juego y sin que tuviéramos una idea clara de cómo romper este ritmo. No parecía una semifinal de un Europeo, y a nosotros no nos favorece nada jugar lento. Tampoco hemos podido correr pese a dominar claramente el rebote (39 contra 22), ya sea por un posible cansancio nuestro o porque nuestro rival había hecho un buen “scouting” del partido y sabía que el contrataque era una de nuestras armas.
Si analizamos las estadísticas veremos que Alemania ha anotado trece triples (cinco de Nowitzki), la mayoría de ellos gracias a su capacidad de generar juego, ya que al principio del último cuarto, en el momento clave, ha decidido postear contra Reyes y después contra Garbajosa para atraer la atención de la defensa española y en el momento justo asistía tanto a Garret, a Greene y sobre todo a Roller para que anotaran de tres. Así se explica el gran acierto que ha tenido Alemania desde los 6,25, ya que eran tiros muy claros.
Nuestra selección necesita la aportación en ataque de otros hombres, no sólo de Navarro, y hoy Garbajosa, Calderón al principio y sobre todo Jiménez no han sumado en ataque. Así es casi imposible ganar. Esta vez no hemos tenido la suerte que sí tuvimos ante Croacia con la jugada que supuso la prórroga y estamos fuera de la final. Ahora toca reponerse y estar en las mejores condiciones mentales para luchar por el bronce contra Francia.