Carta abierta a Ferran Martinez. Lluis Lleida

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Ferran Martínez –leyenda del baloncesto español transformado en flamante ejecutivo del Banco Sabadell Sports and Entertainmen- dice en Expansión que hay gente con ganas y carácter emprendedor que sueña con nuevos modelos para diferenciar y hacer más competitivas a las organizaciones, recurriendo para ello a la creatividad. Afirma, sobrado de razón, que estos raros personajes son conscientes de que chocarán con el escollo burocrático, las inercias y –añado yo- el miedo al cambio o a la inseguridad que éste provoca, a la pérdida de protagonismo o poder, o simplemente a la falsa creencia de que todo está hecho y además bien hecho, como si nada alrededor se moviera o evolucionara.
Como el corto plazo lo abarca todo, resulta complicado –efectivamente, Ferran- “convencer a quien tiene la presión de tener que presentar beneficios al mes siguiente, sin tiempo de pensar en el futuro de la organización”, aunque es posible que ese corto plazo sea también la excusa recurrente para quienes ven en el pensamiento estratégico una ciénaga amenazadora en lugar de una posibilidad de liderazgo visionario que en su proceso lógico –raro, descontrolado y falto de rigor para quienes “no ven”- se transformará en un camino real y tangible para escalar posiciones en el mercado.
Las Marcas y las organizaciones de futuro deben huir de una visión simplista, excesivamente racional y concéntrica (producto, tecnología, calidad, servicio, nosotros, nosotros, nosotros) y desarrollar la habilidad de la excentricidad, entendiéndola como la creación de un centro diferente, fuera del común, que además tiene posibilidades de ser único y exclusivo, diferente.
¿Dónde está el pensamiento estratégico y visionario? “Toda gran idea nace de un soñador que en su momento fue un iluso o un iluminado que creyó en su proyecto”, y apunta también, Ferran: de adelantados o incomprendidos, de arrinconados y relegados, de insultados y menospreciados. Sí, es cierto lo que dices, “Escasea el pensamiento estratégico” y sobra el pensamiento autocomplaciente.

Para leer el artículo completo de Ferran Martínez, pulsa aquí.

http://lluislleida.blogspot.com/2008/07/carta-abierta-ferran-martnez.html

Publicado por Lluís Lleida en 5:01 PM
1 comentarios:
carlos dijo…
Muy interesante y cierto lo que dice Ferran, y lo que comentas en tu carta, Lluis. La cuestión está, en el necesario equilibrio que debe existir entre la idea del “iluminado”, y la presión de tener que presentar beneficios al mes siguiente. Una cosa es clara y evidente: sin nuevas ideas el progreso no existiría.

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