Tras cosechar numerosos éxitos deportivos, el pívot Ferran Martinez se vio apartado de las canchas por una lesión. Sea como sea, la carrera de un deportista es siempre corta, especialmente si se compara con cualquier otra carrera profesional. Parece obvio pensar que una vez se han ganado millones y millones con el deporte, aunque sea en pocos años, lo más fácil es vivir toda la vida de esas ganancias. No siempre es así y seguro que todos podemos pensar en algún ejemplo de deportistas arruinados al poco tiempo de abandonar el deporte.

Una situación, sin duda, nada agradable. Para evitarla, y especialmente para que tanto deportistas como profesionales del mundo del espectáculo puedan mantener su nivel de gasto tras su retirada, Ferran Martínez ha puesto a disposición de estas personas su experiencia y sus conocimientos financieros a través de BS Sports & Entertainment, unidad de banca privada perteneciente a Banco Sabadell que él mismo dirige.

“Lo que vi desde muy joven es que quería dedicarme 100% al básquet y creé un equipo de personas de mucha confianza, casi familia, que siempre me han llevado la carrera desde el principio hasta el final: mi representante, que era además mi abogado personal; mi cirujano personal, que era mi médico de confianza; y una empresa de asesores fiscales, que los tuve desde los 16 años”, recuerda Martínez. Se puede decir que él tuvo suerte, aunque eso no le impidió perder el 40% de sus inversiones durante los años 1999 y 2002, a raíz del estallido de la burbuja tecnológica.

“En lugar de quejarme y enfadarme”, comenta, no dudó en ponerse manos a la obra y, tras realizar un master en el Centro de Estudios Financieros, analizó cómo había llegado a producirse esa pérdida. “Fui a negociar directamente con mi entidad y me di cuenta de que sabía más que los analistas que me lo habían llevado y les di unas órdenes que tenían que ejecutar en un plan estratégico de recuperación a tres años. Me fui recuperando y fui entrando a asesorar otras carteras, y así es como me metí en el mundo financiero”.

Los análisis internos de Banco Sabadell apuntan que hay en España un mercado potencial para BS Sports & Entertainment de unos 2.500 clientes, que estarían moviendo alrededor de 11.000 millones de euros. Incluyen, fundamentalmente, deportistas del mundo del fútbol (63%), el baloncesto (11%), el tenis (4%), el golf (3%) y otros deportes, el 19%. Se trata de “gente que no tiene tiempo ni el conocimiento necesario para dedicarse a sus finanzas”. Son además “deportistas muy jóvenes”, de entre 20 y 40 años, “que tienen como manager a un persona de su entorno familiar” y a los que “les salen muchos amigos” en cuanto sus ingresos empiezan a engordar, señala el ex jugador de baloncesto del FC Barcelona, Joventut de Badalona y la selección española.

Managers, “amigos” y asesores financieros

¿Cuál es la situación habitual cuando se trata de gestionar las finanzas de un deportista? Pues bien, los managers y representantes se ven obligados a hacer las veces de asesores financieros, algo que aprenden en cuatro días cuando en realidad es una profesión que requiere una preparación de años. No es de extrañar que las propias agencias de representación demandaran una unidad integral como la que dirige Ferran Martínez para así quitarse esa presión de encima. “Lo que está funcionando muy bien es el boca-oreja en los vestuarios de los equipos profesionales”, asegura.

“Todavía encuentras al jugador que sale de una familia muy humilde y de repente se encuentra con un contrato con una cifra muy alta, y lo primero que quiere hacer es demostrar que ya es uno de ellos y compra la gran mansión, el cochazo… y se lo gasta todo los dos o tres primeros años de contrato con la idea de que al siguiente año empezará a ahorrar”. El problema es que muchas veces ese siguiente año ya no existe, ya sea porque el deportista no cumple las expectativas o porque tiene una lesión. Éste es precisamente uno de los perfiles que se convierte en potencial cliente de BS Sports & Entertainment, junto a aquellos jugadores que no tienen tiempo para gestionar sus asuntos financieros y al que le van surgiendo “amigos” que le ofrecen inversiones. Martínez recuerda haber conocido distintos casos “en los que estos amigos de los jugadores al cabo del tiempo han desaparecido con el dinero y el jugador lo ha perdido absolutamente todo, y como no había nada firmado han perdido ese dinero”.

Experiencia y financial planning

Ferran Martínez habla desde el punto de vista de quien ha sabido controlar la tentación y pensar más allá de su carrera deportiva. Durante sus años como jugador, decidió que sólo gastaría el 30% de lo que ganaba y el 70% restante lo destinaría a inversiones. Dicho y hecho: “me puse la obligación”, confiesa, de comprar una propiedad inmobiliaria cada año, ya fueran casas, pisos, locales… “La parte financiera también me gustaba mucho e iba fijándome dónde invertir: al principio fueron fondos de inversión, pero luego ya empezamos con fondos estructurados, con hedge funds, etc.”.

Para que hoy sus clientes entiendan la necesidad de preparar el futuro tal y como él lo hizo, el pívot basa la relación con ellos en la confianza y la discreción. Además, “los jugadores no quieren sacar grandes rendimientos, lo que quieren es vivir tranquilos y tener un retorno de la inversión con unas plusvalías, pero no se van a arriesgar mucho porque su carrera dura pocos años”.

“Mi papel es, por un lado, financiero, por lo que llevo toda una línea de créditos para que los jugadores puedan conseguir apalancamiento e invertir”, cuenta. Por otro lado, “también asesoro directamente a los jugadores porque estoy en contacto con ellos y siempre les aconsejo que diversifiquen las inversiones, que ni todo sea ladrillo ni todo inversión financiera. Ahora evidentemente hay muchas oportunidades en el mundo financiero y hay que reducir el peso de la inversión inmobiliaria. Yo lo estoy haciendo y la mayoría de gente a la que asesoro también”.

Gracias a esa confianza que transmite cuando habla (porque sabe de lo que habla) y a haber pasado por las mismas experiencias, los deportistas están encontrando en Ferran Martínez alguien que habla su mismo lenguaje. Seguro que también se acuerdan de él cuando estos deportistas se jubilen y puedan seguir comprando mansiones y cochazos.