FERRAN MARTÍNEZ – 12/04/2004
En el Palau se vivió uno de los más apasionantes Barça-Madrid de los últimos años. Al margen de la gran expectación que levanta este choque, la situación de ambos equipos parecía opuesta, con un Madrid en racha y un Barcelona muy tocado. Nuevamente los de Pesic superaron una situación crítica tras quedar fuera de la “final four” e invirtieron la dinámica negativa contra su gran adversario.
La presión ambiental empujó al Barça hacia una victoria épica que además tiene efectos reparadores y permite encarar la recta final de la temporada con Fucka, ya reaparecido, y con Grimau disponible para el inicio de los “playoffs”.
Fue un partido muy físico, pero también muy táctico. Esta vez el Barça atacó correctamente la zona 2-3 con circulaciones rápidas de balón y jugando con los pívots para obligar a cerrar la defensa blanca y dejar espacios a los tiradores, que, esta vez sí, estuvieron acertados (10 de 21 triples). Sólo en el tercer cuarto la defensa mixta del Madrid (tres en zona -triángulo- y dos en individual) provocó desconcierto en el ataque azulgrana, pero la figura de Bodiroga apareció para mantener a los suyos en los momentos difíciles. La gran presión defensiva de Nacho Rodríguez y De la Fuente sobre Bennett fue clave, al igual que el muro defensivo que fueron Dueñas y Femerling.
Pero lo que desequilibró la balanza fue el factor Palau Blaugrana. Parecía que tras las derrotas en casa de la Euroliga el Palau había dejado de ser inexpugnable, pero una vez más el público respondió y llevó a la victoria al Barça de las grandes ocasiones jugando al límite de sus fuerzas.