Pese a la crisis, los números demuestran que los mejores clubes siguen cumpliendo sus compromisos contractuales con sus estrellas gracias a los ingresos en concepto de derechos televisivos, su principal fuente de ingresos. Pero la crisis llegará al fútbol con toda seguridad y sus consecuencias, igual que en la sociedad, hará mella en los más pequeños. Hay pocos con una estructura capaz de generar negocio, siendo únicamente estos los que tienen capacidad para ganar títulos. Cada vez se hará más evidente la diferencia entre los cinco o seis grandes de la LFP con el resto. La crisis incrementará aún más estas diferencias. Por todo esto es importante tener proyecto, una “marca” o un estilo de juego capaz de ilusionar independientemente del momento. Sin duda el Barça acertó contratando a Pep Guardiola en una decisión arriesgada pero estratégicamente acertada ya que pese a ser novato en los banquillos acumula una gran experiencia como jugador y tiene la suficiente personalidad como para saber las peculiaridades de su club, estando empapado de la filosofía que lo vio nacer profesionalmente, además de conocer las categorías inferiores. Su clave está en que sabe sacar el máximo rendimiento a unos jugadores que creen en su mensaje y respetan sus decisiones. Muchos de ellos han tenido el mismo proceso de formación que Pep, en la Masía, Como Xavi, Bojan o Iniesta, y otros, desconocidos hasta ahora, están causando un gran impacto, como Sergi Busquets, uno de los más cotizados y que deberá ser renovado con celeridad si no quieren que comience la subasta de los grandes que suspiran por él. Lo importante es el modelo. Leo Messi, el icono de este equipo, vino con doce años y pasó todo tipo de vicisitudes hasta convertirse en uno de los mejores del mundo. ¿Se imaginan lo que costaría ahora ficharlo? En la combinación de los jugadores de cantera y los mejores de fuera está el equilibrio del éxito. Sabemos que ya nada será lo mismo en la economía global, pues en fútbol pasa lo mismo: se han acabado la corto plazo los fichajes multimillonarios para vender camisetas o exportar imagen fuera de nuestras fronteras. Nunca se conseguirá generar lo suficiente como para amortizar estos costes, a no ser que repercutan en títulos importantes, algo que nadie puede garantizar. En baloncesto ocurre lo mismo, equipos como el Joventut de Badalona tienen muy claro quiénes son, por esto destina mucha energía y conocimiento en sus estructuras de cantera, y aquí está el resultado: sin tener un gran presupuesto compiten en la Euroliga y exportan a sus figuras a la NBA cuando ya han alcanzado el mejor rendimiento posible en su Club. Ejemplos como el de Raúl López (ex NBA y actual jugador del Real Madrid), que generó plusvalías al venderlo, permitió continuar con la filosofía de potenciar la cantera y estimular a los chicos, que saben que tendrán su oportunidad muy pronto. Rudy Fernández, fichado por los Portland trail Blazers de la NBA, debutó con dieciséis años y Ricky Rubio, que lo hizo con catorce, dará también temporadas de gloria al Joventut hasta que decida emigrar a la mejor liga del mundo. Para entonces ya habrá más relevos de estas estrellas, lo que demuestra que invertir en cantera es un buen negocio.