FERRAN MARTÍNEZ – 14/06/2004
Como en toda la final, el Barça no ha podido respirar tranquilo hasta el último minuto en un partido donde el factor Palau Blaugrana ha sido decisivo. Jugarte el título de Liga a un solo partido, aunque sea en casa, era muy peligroso, pero una vez más el Barcelona ha demostrado que sabe cómo moverse en situaciones delicadas y se ha proclamado campeón ante su público.
La clave ha sido el saber llevar al Estudiantes al terreno donde mejor se desenvuelven los azulgrana en un encuentro de tanteo bajo y muy trabado donde el mejor jugador ha sido Rodrigo de la Fuente, un luchador incansable que además ha anotado el triple decisivo (4 en total) cuando más atascado se encontraba el ataque del Barcelona. El otro factor determinante ha sido la defensa sobre Loncar en la salida de los bloqueos, sin darle ocasión de lanzamientos fáciles de tres puntos.
En muchas ocasiones, las finales las deciden jugadores que no estaban en el guión, pero Rodrigo, Dueñas y Fucka han sido vitales en detalles del juego poco espectaculares como la defensa, la intimidación y los rebotes ofensivos (8 entre los tres), y han dado segundas opciones de ataque a un Barça con un 28 por ciento en lanzamiento de dos.
La satisfacción ha sido doble por vencer al mejor rival que ha tenido el Barcelona (superior física y técnicamente), un Adecco Estudiantes que ha tenido una gran confianza en sus fuerzas y que además ha jugado dando espectáculo y ofreciendo muchas variantes tácticas, como las defensas alternativas zona-individual, las transiciones rápidas con Jiménez y Jasen bajando el balón y la movilidad de todos sus hombres, sobre todo los pívots, abriéndose y sacando al Barcelona de sus esquemas defensivos.
Esta final pasará a la historia como la guerra de dos estilos de juego muy diferentes y una filosofía del baloncesto basada en la disciplina y orden por parte del Barcelona y una frescura y capacidad de divertirse jugando como reconocen los mismos jugadores del Estudiantes.
Felicidades al Estudiantes por la demostración de buen juego que nos ha ofrecido y sobre todo al nuevo campeón, el Barça, que sigue marcando época con la segunda Liga consecutiva de la era Pesic.