FERRAN MARTÍNEZ – 29/11/2004
Es muy importante el equilibrio entre el juego interior y el exterior, y quizás el Casademont Girona puso en evidencia el único punto débil del Madrid de Maljkovic: el juego de sus hombres interiores, que corren mucho pero están más pendientes de bloquear a los hombres pequeños de su equipo que de crear peligro y tienen pocas opciones para anotar, al estar basado todo el juego del Real Madrid en sus jugadores exteriores.
Los de dentro son poco determinantes en ataque.
El equipo de Edu Torres basó su triunfo en el partidazo de Kevin Thomson y Julian (35 puntos y 20 rebotes entre los dos), que se comieron literalmente a los pívots del Real Madrid: Reyes, Bueno y Hervelle, El base del Casademont, Victoriano, fue muy inteligente al hacer esa lectura del partido.
Tiene mucho mérito superar al mejor equipo de la Liga ACB en el que es precisamente su punto fuerte, que es la intensidad y el ritmo. Los jugadores del Casademont salieron convencidos de ello y rindieron a un alto nivel durante los 40 minutos. El planteamiento táctico de Edu Torres era defender con intensidad para tratar de rebajar los porcentajes de tiro de los hombres pequeños del Madrid (Bullock, Bennet y Sonko), sobre los que se basan los sistemas de ataque. Y lo consiguió.
Entre los tres anotaron 54 puntos, lanzando más de tres que de dos, pero los de Girona ganaron porque dominaron claramente otros aspectos, como el rebote, las asistencias (17 contra 10) y el acierto en el tiro de dos, por encima del 60 %. Recker, Myers y el resto de la plantilla forman un bloque con capacidad para ir a más, y ayer dieron una auténtica lección de juego en equipo