FERRAN MARTÍNEZ – 04/10/2004
Se podría calificar de sorprendente el buen inicio de temporada del Barcelona. Por varios motivos: primero porque hay unanimidad sobre que este equipo tiene una plantilla muy justa, sobre todo en las posiciones interiores, y más con la lesión de Marc Gasol para los dos próximos meses, lo que le deja con un sólo auténtico pivot, Dueñas. Segundo, porque los importantes cambios en cuanto a concepción del juego tras la etapa Pesic no parecen haberles afectado lo más mínimo y los jugadores se muestran ahora mucho más sueltos, al menos en anotación. Para empezar le endosaron 96 puntos a uno de los equipos que más se ha reforzado este verano, cuando en la temporada anterior la media del Barça era de 76,6 puntos por partido y su tope máximo en la primera fase de la Liga fueron 98 puntos. Está claro que Montes apuesta por dar una mayor libertad ofensiva a sus hombres y ha conseguido rebajar la presión física y psicológica en los entrenamientos, con resultados positivos. Y tercero, al equipo no le está afectando el ‘minirreferéndum’ del Palau en torno a la figura de Valero Rivera, como pudimos apreciar ayer al final del tercer cuarto, o la polémica de los abonos.
Con todo esto, el Barça ha conseguido ya el primer título oficial, es finalista de la Lliga Catalana y ayer cumplió ganando un partido muy abierto y espectacular donde destacó por fin Drejer, además del juego de conjunto (seis hombres por encima de los 10 puntos). Pero hay que tocar con los pies en el suelo y seguir trabajando en los despachos para reforzar la plantilla con un fichaje interior de calidad para ser competitivos cuando los rivales directos también funcionen a tope de revoluciones.